Todos, en nuestro día a día, tanto en nuestro ámbito laboral como en nuestra esfera personal, hemos cometido con mayor o menor frecuencia el error de invertir el orden de prioridades, prestando más atención a cuestiones que, sin dejar de ser importantes, no requieren una solución inmediata descuidando otras que deberíamos haber considerado como "urgentes".

Cuando nos damos cuenta de que no estamos priorizando de forma correcta ni efectiva, suele ocurrir que se ha hecho tarde, y que las soluciones a esas alturas son pocas o inexistentes.

En mi opinión, esto es lo que actualmente no está pasando a los fisioterapeutas.

El pasado 9 de febrero nos reunimos en el foro científico más importante de la Fisioterapia española -la sede de la asociación de fisioterapeutas de España AEF- para debatir sobre la Osteopatía.

Me parece bien, es el sitio, es el lugar...pero… deberíamos preguntarnos lo siguiente: ¿es lo más urgente para la profesión ahora mismo?

Con la posible pérdida de competencias, por no llamarlo ‘usurpación de funciones’ por parte de los graduados en actividad física y deportes, y de los enfermeros en suelo pélvico, entre otras amenazas, parecería lógico que toda la energía institucional de la Fisioterapia se centrase en abordar estos problemas y abandonar las batallas internas.  

Si la ley es clara y contundente y la Osteopatía es un campo exclusivo del fisioterapeuta, volquemos nuestras energías y recursos en blindar el resto de nuestras competencias ante posibles y futuros intrusos.

Seamos inteligentes y prácticos. Dejemos las redes sociales tranquilas o para abordar cuestiones constructivas, y lo más importante: debatamos a puerta cerrada y saquemos conclusiones que nos ayuden a seguir creciendo.

¡VAMOS A LO QUE VAMOS!

Juan Manuel Nieblas Silva. Presidente ICPFA