El Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía recuerda que una de las funciones principales de la Fisioterapia en pacientes con Alzheimer es contribuir al mantenimiento físico y cognitivo facilitando el aprendizaje de estrategias que mejoren su calidad de vida y la prevención de disfunciones o alteraciones físicas asociadas a la evolución de la enfermedad.

Además, y según un estudio llevado a cabo en la Universidad de Cambridge (Reino Unido), la adopción de hábitos saludables como mantener una dieta equilibrada, no fumar y realizar actividad física de forma regular, podría prevenir uno de cada tres casos de enfermedad de Alzheimer.

En este sentido, el fisioterapeuta ofrece programas de ejercicio físico terapéutico que, en personas con Alzheimer ayuda a mantener la capacidad funcional, potenciar las capacidades residuales y retrasar el deterioro provocado por la enfermedad, así como a prevenir o reducir las caídas y sus consecuencias. Además contribuye a mejorar las funciones cardiovasculares y mantener un buen nivel de forma física.

El Alzheimer, que ya ha sido definido como “la epidemia silenciosa del siglo XXI”, es un problema sanitario de primer orden y tiene un impacto físico, psicológico, social y económico en los cuidadores, las familias y la sociedad. La OMS prevé que el número total de personas con demencia prácticamente se duplique cada 20 años,  alcanzando los 115,4 millones de afectados en 2050 en todo el mundo.