900.000 PERSONAS PADECEN LINFEDEMA EN ESPAÑA
COFICAM recuerda en el Día Internacional del Linfedema, que casi el 30% de las mujeres que sufren cáncer de mama, también sufren esta enfermedad en la que la intervención del fisioterapeuta es fundamental

05-03-2018
Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha

Este martes, 6 de marzo, se celebra el Día Internacional del Linfedema, una efemérides instituida en el año 2008 por asociaciones de pacientes de todo el mundo –en nuestro país, por la Federación Española de Asociaciones de Linfedema (FEDEAL)- y que tiene como objetivo concienciar a la población sobre esta enfermedad y la realidad que viven sus pacientes.

El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (COFICAM) se suma a la celebración, y a las reivindicaciones de las asociaciones de enfermos, para que puedan ser tratadas por la sanidad pública, con diagnóstico precoz y por equipos multidisciplinares.

El linfedema es la inflamación crónica de una parte del cuerpo, debido a la acumulación de linfa debido a la sobrecarga del sistema linfático, que excede a su capacidad de drenaje. Considerado como enfermedad rara, el linfedema se origina por la obstrucción de los canales linfáticos, lo que da lugar a una hinchazón crónica de una o varias partes del cuerpo, muy especialmente de las piernas –hasta un 80% de los casos, si bien también puede producirse en los brazos, el tronco, la cabeza y el cuello.

Los linfedemas por lo general se presentan en una gran variabilidad de formas. Cuando se trata de linfedemas primarios, que por lo general obedecen a alguna alteración anatómica o congénita de los conductos linfáticos, la presentación puede incluso ser desde el nacimiento o la infancia, pero con más frecuencia aparecen a partir los 35 años, como consecuencia de un pequeño traumatismo o esguince en una extremidad. Por lo general comienza como un edema en tarso y tobillo. Por su parte, los linfedemas secundarios se relacionan con la existencias de tumores que afectan a las cadenas ganglionares (próstata, ovario, mama,…) o con la extirpación quirúrgica o radioterapia de estos tumores y las zonas periféricas. Puede ser inmediata su aparición, aunque también se dan casos en que lo hacen muchos años después del tratamiento y sin un aparente motivo desencadenante.

El 30% de las casi 11.000 españolas sometidas cada año a una mastectomía padecen a continuación un linfedema. Este se produce por la acumulación de linfa en el tejido graso subcutáneo. Dicha acumulación está causada, a su vez, por la alteración que sufre el sistema linfático durante la extirpación de las mamas, ya que, junto a estas, se extirpan también ganglios linfáticos situados en las axilas, lo que puede ocasionar la obstrucción del drenaje de la linfa y la formación de edemas.

La fisioterapia, recuerda COFICAM, es fundamental para el tratamiento del linfedema y los profesionales de la fisioterapia trabajarán estrechamente con el paciente para diseñar un programa de tratamiento para ayudar a controlar la inflamación y alcanzar la meta de que la paciente retorne a sus actividades diarias.

Para las inflamaciones más graves, el fisioterapeuta desarrolla un tratamiento  completo que incluye: Presoterapia: una técnica instrumental que mediante compresión aumenta el flujo venoso y linfático; el drenaje linfático manual (DLM): una técnica manual que se siente como una forma ligera de masaje y que ayuda a mejorar el flujo de la linfa; Vendaje compresivo: ayuda a reducir la inflamación, suele mantenerse durante 24h; y Ejercicios terapéuticos: elevaciones de brazos, flexo-extensión de muñeca y codos, movilización de los dedos, pronación-supinación, etc

 

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