Bajo el lema “De la discapacidad a la diversidad funcional: aportaciones desde la fisioterapia del deporte”, el Colegio ha programado sus II Jornadas de Fisioterapia en el Deporte, que se celebrarán en el Rectorado de la Universidad de Córdoba el próximo 7 de octubre. La inscripción es gratuita para colegiados ICPFA.

La Fisioterapia es bien conocida en el ámbito del deporte, en la actividad física y el ejercicio físico en el contexto de la limitación funcional y la discapacidad y, sobre todo, en el ejercicio terapéutico cuando ya existe una anomalía, enfermedad o patología, especialmente en las fases iniciales de recuperación tras una lesión.

Y es que, desde los años ochenta se han definido los modelos de categorización en materia de Salud, definiéndose la patología (enfermedad descrita en la CIE 10), el deterioro o disfunción (síntomas y signos clínicos de la patología que pueden afectar a la estructura y/o a la función), la limitación funcional (alteración estructural o funcional que pueden dificultad las actividades de la vida diaria y las vinculadas con el rol sociolaboral de la persona), la discapacidad (prolongación o agravamiento en el tiempo de la limitación funcional que puede suponer una perpetuación de la misma) y, finalmente, el ya denostado término minusvalía que, sin duda, implica mayor discriminación, pues es la propia sociedad la que, con sus obstáculos, barreras y falta de oportunidades y posibilidades, impide o dificulta la autonomía y el desarrollo pleno de la persona.

Actualmente, vivimos no sólo en un momento de rechazo del término minusvalía, sino que también, el término discapacidad presenta algunos retos que quizá pueda solventar el concepto de Diversidad Funcional. La diversidad funcional es el  perfil más sociológico, inclusivo y equitativo de la discapacidad. El deporte se desarrolla desde y para la potenciación de ciertos valores inclusivos que son  quizá los más destacados por la sociedad. Por tanto,  no es momento de hablar de discapacidad, diferencias o deferencias (modelos conceptuales más paternalista), sino de capacidad, similitudes y valores.

Y es que, más allá de la condición de salud, de la limitación funcional, de la discapacidad, el deporte se erige como una necesidad social y ahí debe estar la Fisioterapia, pues desde nuestra profesión sanitaria  se entiende bien el análisis del movimiento y sus posibles alteraciones para potenciar el mayor rendimiento posible, prevenir la lesión y ayudar a que los deportistas alcancen sus metas.

'Diversidad funcional' no es en sí mismo un término alternativo al de discapacidad, sino que se podría definir como un fenómeno presente en la sociedad que afectaría a todos sus miembros por igual, dado que en la sociedad existen personas con capacidades o funcionalidades variadas y diferentes entre sí, incluso dentro del mismo individuo con diferentes edades, así ocurre. En un momento dado, en la sociedad (o en un determinado grupo social) se produce diversidad funcional (del mismo modo que se observa diversidad cultural, sexual, generacional, et). Así, la diversidad funcional es un término para referirse al hecho de que entre los miembros de la sociedad cada uno tiene unas determinadas capacidades, lo cual genera una variabilidad que potencialmente puede caracterizar a cualquiera, a la que todos tenemos que ser sensibles, integrar nuestra visión científica y orientar nuestra profesión, jugando el deporte en este sentido un papel muy relevante.

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